La junta de goma de tu cafetera: cuándo cambiarla y cómo identificar si está rota
La junta de goma (también llamada junta del portafiltro o group gasket) es una pieza pequeña, silenciosa… y esencial para el buen funcionamiento de tu cafetera espresso. Aunque mide apenas unos centímetros, su estado afecta directamente la presión, la extracción y, por supuesto, el sabor de tu café.
Muchos problemas comunes —como fugas de agua, falta de presión o un portafiltro que no encaja bien— tienen su origen en una junta de goma desgastada o deteriorada. En esta guía te explicamos cómo identificar si está rota, cuándo debes cambiarla y cómo hacerlo tú mismo.








¿Qué es la junta de goma y para qué sirve?
La junta de goma es un anillo de silicona o caucho EPDM ubicado dentro del grupo de extracción (la parte donde encaja el portafiltro). Su función principal es:
Crear un sello hermético entre el portafiltro y el grupo de la cafetera.
Mantener la presión constante (8–9 bares) durante la extracción del espresso.
Evitar fugas de agua o café hacia los laterales del portafiltro.
Sin una junta en buen estado, el agua escapará por los bordes, la presión caerá y el espresso saldrá aguado, rápido o directamente por fuera de la taza.


Cómo saber si la junta de goma está rota o desgastada
No siempre es evidente, pero estos 5 síntomas son señales claras:
Agua o café gotea por los lados del portafiltro
Durante la extracción, ves líquido saliendo alrededor del borde del portafiltro, no solo por los picos. Esto indica que el sello ya no es estanco.
El portafiltro no encaja bien o se siente flojo
Si antes giraba con un “clic” firme y ahora se mueve o requiere más fuerza (o menos), la junta puede estar deformada o comprimida.
Pérdida de presión durante la extracción
El espresso sale muy rápido (menos de 20 segundos para 30 ml) o con poca crema. Esto puede deberse a una fuga de presión por junta defectuosa.
Residuos negros o goma reseca en el grupo
Al limpiar el grupo, encuentras fragmentos negros, polvo o restos de goma. Son pedazos de la junta que se están desintegrando.
Más de 12–18 meses de uso
Aunque no haya síntomas visibles, la junta de goma tiene vida útil limitada. El calor, la presión y los detergentes la resecan con el tiempo. Se recomienda cambiarla cada 1–2 años, incluso si “todavía funciona”.
